– So, you know Severiano Ballesteros…
– Who?
– Severiano Ballesteros…
– Ah “Sevi”, of course!!! just a genius.
El taxista me llevaba al aeropuerto, de esto hace ya siglos, y tras una larga conversación sobre su gran afición al golf me confirmaba su admiración por un hombre, un mito al que llamaba “Sevi”. Me llamó la atención el afecto con el que pronunció el nombre, tanto que me miró a los ojos como para confirmar que lo pronunciaba bien.
No fue la última vez que me encontré con irlandeses e ingleses que, aparte de su afición a la práctica del golf, mencionaban a este hombre con tanto afecto y familiaridad.
“Sevi”, pronunciación anglo de Seve, es un nombre con el que la televisión internacional de BBC, RTE y Sky está poblando continuamente sus informativos. La sonrisa sana y blanquísima del triunfo de un chaval de Santander ganando la Ryder, la chaqueta verde, las fotos que atestiguan la historia, los testimonios de sus colegas de profesión están permanentemente en pantalla en este triste día de Mayo.
De las frases que mas me han impresionado es la que ha pronunciado un presentador de Sky para decir que “hay gente que inspira a otros individuos pero hay muy pocos que inspiran a generaciones enteras”, y este era el caso de “Sevi”. En las escuelas de golf europeas si se pregunta al alumnado sobre su modelo a seguir, el 90% diría “Sevi”, cofirma Colin Montgomerie al hilo del comentario.
En escasas circunstancias da gusto ser español, y hoy es un día de esos, pienso entre lágrimas al ver los informativos. En esta tierra nuestra propiciadora de disgustos donde el fomento de la mediocridad de la masa junto al dominio de la envidia tiende a negar en cualquier ámbito al que sobresale, al que destaca, veo con orgullo propio el reconocimiento y homenaje a este tipo de tíos que dignifican la excelencia en sus dos facetas: los valores y el talento. La buena persona unida al trabajador honesto y brillante que triunfa desde la nada y se convierte en ejemplo para otros, en arquetipo, en modelo.
Me confirmo en que los países brillantes no son aquellos diseñados para fabricar masas cómodas de votantes ni voceras semejantes, sino que son capaces de hacer salir de sus entrañas individuos, hombres triunfadores (públicos o anónimos) que son los que al final salvan al resto con su ejemplo individual de belleza de corazón y éxito en su profesión. Esto es el triunfo.
Me gustaría hacer algún comentario de golf, para añadir algo más a esta nota rápida, pero no es lo mío, de hecho en este caso es irrelevante.
Solo sé que hoy se nos ha ido uno de los nuestros, un hombre cuya estela inspirará comportamientos y estilo.
Gracias, “Sevi”.
Ser español es, como dijo hace ya más de setenta años un joven político español, una de las pocas cosas serias que se pueden ser en el mundo. Con españoles como Seve, es, además, un orgullo.