Desde el 28M vivimos una campaña electoral. Inaugurada por el Dr Sánchez esa misma noche alarmado por unos resultados adversos. Si algo me ha parecido injusto siempre es la frase «los políticos no trabajan». ¡Ojalá trabajaran menos!, digo yo. Nuestro liderazgo político es proactivo porque el Poder con mayúsculas, es siempre obsesivo, currante y se autoconserva divinamente. Aunque lamentablemente, para nosotros, sea con un esfuerzo equivocado, ciego y destructor equivalente a la Voluntad de Shopenhauer.
La campaña se creó esa misma noche del 28 cuando en Moncloa, se empezaba a diseñar la estrategia más apabullante de propaganda de nuestro Régimen. Apenas días después aparecieron dos baluartes que iban a indicar el camino: Arnaldo Otegui exclamando «Si en las próximas elecciones gobiernan el PP y Vox, van a producir independentistas a escala industrial», continuando casi simultáneamente al delegado del gobierno en Madrid cuando dijo sobre Bildu: «han hecho más por los españoles que todos los patrioteros de pulsera».
Pórtico de entrada obsceno de una opinión de democracia matonista, cuyo blanqueo del crimen por excelencia del Régimen apenas le falta una mano de pintura para pasar de «lesa humanidad» a «necesario». Quizá sea la pintura que se usó para la pegada de carteles, de esta convocatoria y las anteriores.
A partir de esta declaración, que no tiene otro objetivo que consolidar a un Frente Popular que cambie el Estado demoliéndolo, comenzó otra etapa más cotidiana, con la visión del Dr Sánchez todos los días en los más variopintos programas. Incluso se entrevistaba así mismo con sus ministros en estrimin. Tras el lavado de ETA inaugural, se continúa con los «derechos sí, derechas no». Ya saben, la «extrema derecha y fascista» contra los que están «a la izquierda del PSOE», que por supuesto no son extremos.
Se sigue con la economía, puntualizando anécdotas financieras haciendo «economy fake» mientras se obvian informes que describen un Estado en suspensión de pagos. Informes no de la CIA o Putin, sino del propio Banco de España.
Ahora llegan los artistas, claro. De bien nacidos es ser agradecidos y nos salen con la «Censura». ¿Si?. El mejor tema sin duda y estoy de acuerdo. Pero pongan el AUTO enseguida y verán como en los medios de cualquier tipo hace 50 años, por lo menos, en España no se puede hablar contra tendencia. El caso es que los que se quejan de esto van de artistas rojos o progres que son, los únicos lobbis que gestionan la censura y a los que se patrocina. Hay que ganarse el pan, chicos, hay que lamer la mano del patrón y seguir blasfemando por la causa mientras reivindican su libertad.
Así entre Motos, Anarosas, Alsinas y demás media corporativa nos van maleando en unas opciones que no van a cambiar nada, generando unas ilusiones gestionadas desde la lona de un Globalismo imparable por asumido. No van a ser estás elecciones las más importantes, pero la ruina tanto económica como moral se puede abrir irremediablemente. En el fondo quizá no importe, pues España y su destino está vendido en deuda impagable.