Parece que se fue Delon. Una leyenda, gloria nacional francesa que fue imagen de los últimos tíos elegantes del planeta en el cine. Y guapo. A este respecto un servidor, hispano, heterosexual, de los 70 del siglo XX tengo el privilegio de decir que Alain Delon me parece rotundamente guapo. Cualidad que subrayo como la más importante.Puede esto parecer una boutade, chorrada, o algo así, pero para mí, que un tío parezca “guapo”, nunca había entrado en mi cabeza hasta Delon. Los hombres, como mucho, me parecen interesantes… o nada.

La idea “interesante “, alude a que tenga interiorizado un discurso, algunas ideas y sea capaz de expresarlas de algún modo teniendo “algo que decir”. Nunca me he planteado que un sujeto del mismo sexo sea “guapo”. Cosa absolutamente diferente a las mujeres en cuya personalidad influye, ya lo creo, el factor de belleza aunque no diga nada ni tenga nada que decir. Que esta belleza sea ortodoxa o no, es otro cantar. Pero a lo que vamos, lo que subrayo de Alain Delon es su belleza. Antítesis de Belmondo, por ejemplo, tipo que derrocha carisma, simpatía golferas y que sientes como amigo ipso facto.

Delon, antes y después, como Rocco o Manfredi, en entrevistas o currando me ha sorprendido y sorprende por su físico. Cuando he preguntado este aspecto a mis amigas, dicen que sí, claro, pero anteponen a muchos otros, sobre todo a Paul Newman que debe ser el top. La belleza de Delon debe de ser, para mí, el descubrimiento de esa alquimia de tener algo femenino en su rostro sin dejar de ser viril. Brad Pitt, por ejemplo, podía caer en algo femenino, pero su mentón, constitución craneal le hace tío total, pero con una barbilla más estrecha se hubiera quedado en modelo de calzoncillos CK.

Delon en la película “Rocco y sus hermanos” me parecía demasiado fino y hermoso y encima sin ser italiano, por lo cual como película no me acaba de llenar. Entiendo a Visconti, claro, porque los homosexuales lo ven de otra forma. Aparte de este aspecto, el otro aparte de la belleza, es la clase. Concepto que ya no existe, pues se acabó en el ámbito público en los últimos 60. Así, Alain no sólo tenía clase, sino que hizo el último cine que la cultivó.

No me parece un extraordinario actor ni me quedo con más películas que el Gatopardo y su Manfredi y la mencionada Rocco. En todo caso, es uno de los nuestros, naturalmente. Como leyenda y como belleza. Alain Delon DEP

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