Tal día como hoy en 1950 fallecía George Orwell. Periodista, escritor y visionario que vivió y entendió como nadie su siglo.
Una de sus obras maestras, “1984”, nos lanza el gran mensaje: “Quien domina el pasado domina el futuro” – “Quien domina el presente domina el pasado”. Esta es la gran declaración de principios del Sistema en que los personajes se mueven. Declaración simple y sabia, y herramienta eficientísima para regir a varias generaciones.
Si esto constituye una verdad para el mundo de hoy, mucho más para España, donde los nuevos gestores del sistema han sido especialmente diligentes en el uso de esa arma. El pasado ha sido interpretado desde el presente, la memoria colectiva convenientemente cultivada y el futuro… ahí está, esperándonos a todos amueblado con enseres robados.
Para los jefes del Sistema, ésto ha sido un filón de riqueza. Con una daga de odio han abierto la historia desde aquellos puntos en que todo es interpretable: la celebración de la derrota (lo que importa del pasado no es lo que sucedió, sino lo que pudo haber sucedido) complementada con la visión de ciencia ficción que nos da, en mayor medida, el nacionalismo (construcción de pueblos sin historia pero forjada con elementos mitológicos, mitos territoriales…). Lo magnífico de esto, es que todas las interpretaciones están abiertas. Ya no hay que ser riguroso con los hechos y analizarles, al contrario, se nos abre una dimensión nueva y flexible. La verdad tiene un camino, pero la estupidez es infinita, todo vale, una cosa y la contraria pero al gusto del Sistema, of course. A esto se llama: Recuperación de la Memoria Histórica.
Desde el otro lado de la orilla pública – la que debería haber contrarestado esta visión – si no se combate, al menos se asume: se insiste en el futuro imperfecto.
Pero la vida y la realidad es la es. En esta destrucción sistemática de la memoria colectiva, he aquí que unas flores han crecido en el proceso. Las flores que genera el dolor y la dignidad, los testigos incómodos del crimen cotidiano del Sistema. Han venido a buscarnos a los que estamos empezando a perder la memoria para recordarnos la Historia, la Verdad y la Dignidad. Son el último resquicio íntegro de una época mutilada que nos busca para devolvernos la memoria como quien ofrece un oxígeno sagrado.
Este sábado hay que recordar la Historia con las Víctimas en Madrid. Es la última oportunidad de recordar a aquellos cuya memoria puede hacer que nos sigan salvando a todos de la trampa maligna en que nos tratan de enterrar del todo.