Vaya, parece que ganó Trump, ¿no?
Me lo dice la sonrisa de mi pescadero mientras me pone las almejas. Si, convengo, también me alegro. Para joder, supongo, no me extraña, esto de los medios y las encuestas es la leche… Si, las encuestas, los medios, los infames creadores del relato cotidiano y a priori.
Ha sido una noche de Noviembre americano, post Halloween y colorín de madrugada. Me levanté con ojeras pululando entre los tristes medios españoles pasando a la BBC con su presentador eterno de “poppy” en el ojal y peluquín repeinado; doy el salto a la América CNN con reportes cada media hora en titulares mientras la FOX esprinta entusiasta votos conservadores. Es una noche mediática a la que ya estamos acostumbrados, desde el surrealismo de Eurovisión, hasta el hastío hiperrealista electoral nacional. Noches sabidas donde el factor común es la constante equivocación de la pareja de conveniencia estadística \ editorial mediático-manipuladora.
Sucede que frente al deseo de los dueños de los “papeles” de ayer y virtualidad hoy de manufacturar la verdad, vemos que, de nuevo, la historia oficial se ve desmentida por la actitud de un pueblo que, sin ser muy listo, no sólo vota sino que vive a la contra. La opinión prefabricada española y extranjera se ordena desde prohombres ejecutivos a becarios, pasando por la intelectualidad orgánica y columnistas a sueldo para contar un relato higiénico e intimidatorio a un gentío que ya pasa de todo. Hillary y Donald son dos arquetipos de una tierra joven y sin luces pero que, al fin y al cabo, mueven el cotarro. En frente, la Europa somnolienta observa el plasma con guión aprendido, de rubia buena y rubio malo, sin pensar que son dos wasps del establishment que juegan al mismo juego. Aquí los medios nacionales gastaban luto en madrugada con careto de circunstancias sin saber explicar qué pasa y lo que no. Nada nuevo, ya lo vimos en el 94 con Forza Italia en una Roma caliente que se reía de Silvio en las encuestas y televisiones. Pero llegó Marzo y Berlusconi ganó, Roma aparecía así empapelada de cartelones dando “grazie”. El pueblo que negaba la encuesta votaba lo que quería.
Trump es la consolidación de un corte de mangas y un corte de pelo, estemos atentos a todo, menos a los medios. Cheers mate.
El pueblo se impuso al NWO de Clinton, su peón en el tablero. Esperemos que a Trump no lo conduzcan otros peones ocultos del NWO.