HOGUERA DE SEPTIEMBRE

Septiembre avanza recalentado por unas élites que juegan con fuego a uno y otro lado de estufas de poder. Así, el Sistema que nació trucado y en cartón piedra, va descubriendo astillas entre ascuas, por fin, como en un strip tease de burdel con audiencia de despedida de soltero. Este aquelarre vulgar y soporífero, largamente anunciado hasta una saciedad duplicada en subtítulos, consentido en medio siglo, sucumbe así en un parlamento local con aspiraciones de Estado y presente de Taifa consumada.

Desde Los Madriles, capital de una corte sin barrer que no tiene ni corona ni cabeza, los prohombres con bragas de Moncloa aparentan escándalo. Disimulan así su dejadez cómplice entre grititos y gestos de contrariedad mientras los muñecos de Ferraz juegan a estadistas pidiendo la creación de los USA en versión Ibérica. Más a estribor, el efervescente fluido morado inundado de mareas, espera su dividendo de bróker ante la empresa demolida y, en las alturas sacras de la Zarzuela, el horizonte de sangre azul descansa por los montes sabiendo que, si el tema se pone colorado, el mundo siempre espera en exilio verde confort.

El calor aprieta más abajo, claro, donde un pueblo de paro y Champions league ve, en sus calles ocupadas, como los hijos del profeta se frotan las palmas enjabonadas con sangre de corderos degollados. Lucen a sus chorbas, en velos de luto, mientras pasean la tarde esperando una luna prematura, con vocación africana, que encontrará su reflejo en alfombras de sangre y mierda. Se va acabando el día así, mientras los gestos gastados de arrugas nacionales descansan, sin nietos ni pensión, en un banquito grafitero esperando que la noche sea piadosa y refresque un poco en Lavapiés.