El finde fue completo: el sábado Eurovisión y el domingo elecciones. Vamos entendiendo cada vez más rápido el espíritu del tiempo, el Zeitgist hispano que nos afecta en un entretenimiento absurdo pero con mucha propaganda. Así los frikis del sábado con excusa de la música reivindican a una Europa trans mientras que al dia siguiente vimos la victoria de Illa sacrificada por un mando al delincuente Puigdemont.

Por tanto, nada es lo que parece, o sí.

Lo único que nos llega al proletariado intelectual y lúcido es que la audiencia el sábado o el pueblo electoral, no cuenta nada aunque le afecten enormemente los dos eventos. Se le hace partícipe y se le dice que es soberano pero, lo que es más grave, se lo cree.

Lo de las elecciones, aunque el PSC hubiera ganado por la absoluta, se hubiera indicado desde Madrid que a Puigdemont se le haga fuerte, ya que de ese sujeto depende el singular Dr Sánchez. Dr, que sacrificará a Illa sin problemas, porque utiliza el PSOE como usa a España, apenas escalones para una gloria cada vez más ambiciosa y personal.

Lo de los frikis en el fondo, es más grave por chorra y mal gusto. Si la política moderna degenera en un juego inmoral, las manifestaciones «artísticas» son vehículos de propaganda de vertedero. Es el espíritu de una decadencia cuyo hedor ya es imposible.

El mundo aún así está hecho para entretener con gracia: el Madrid en Cibeles y el Pucela líder.

Pero en el fondo ya cansa todo, me quedan 2 décadas de vida y si ésto sigue así me encerraré en mi castillo escocés, o de Gijón mirando al mar y pasando de todo. Espero con ansia ese momento.

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