Marta Luisa se ha casado con un chamán. Nuestra princesita de cuento, la más bella entre las bellas, se ha dejado embrujar por un chorvo2030, multicultu y espiritista. No nos debe de extrañar, pues el primer matrimonio de la pobre niña Marta fue con un escritor y debo de entender que terminó trastornada.
Nunca he tenido aprecio por las princesas, excepto por Marta Luisa, que me llamó la atención desde la primera infancia. La vi guapísima y sin facción alguna de hemofilia. Además era heredera de uno de los pocos países que llevan la Cruz en la bandera. Pero pasó el tiempo y a la vista de la falta de éxito, me decanté por el Reino Unido, que tiene 2, pero eso es otra historia.
Los nórdicos llegan a España desde el mito de “la sueca”, en fin, de nuestro mayo del 68 nacional aunque fuera en agosto. Marta Luisa en su distancia ofrecía algo así como la belleza salvaje envuelta en una educación clásica. Del estilo de la protagonista de la serie Borgen.
Las monarquías modernas o no, pasan por todo en función de la corona, véase otra serie “the Crown”. Por tanto si el chamán da el cante según protocolo, vale. Porque los reyes pueden caer pero el establishment no. Y a mi Marta Luisa, buena suerte, que reina o no, al fin y al cabo son 4 días, amor.